Semiótica de la comunicación visual y espectacular

LAS PASIONES PUEDEN SER PERCIBIDAS COMO VALORES SEMIÓTICOS
DE LAS ACCIONES Y EN EL DISCURSO SE MARCAN CON GIROS
INCOATIVOS, REPONSABLES DE PROVOCAR DICHO EFEECTO DE VALOR:

“(…) Los sujetos semióticos conocen el amor, la naturaleza,
la labor, el pensamiento y la vida bajo todas sus formas,
pero, sea cual sea el contenido semántico de los objetos
buscados, lo que hace de ellos un valor siempre es de otro
orden: el amor no es aceptable más que en sus inicios; la
mirada, cuando los párpados se abren durante el despertar;
el día, en el instante en que se despoja de las tinieblas; la
vida humana en su infancia. Todo sucede (…) cómo si
únicamente importara el objetivo incidente y no el objetivo
buscado” (GREIMAS-FONTENILLE, 1991: 25)

LA EMOCIÓN ESTÉTICA COMO ESPACIO SENTIMENTAL DE UNIÓN DE
LO DISÍMIL (CONOCIMIENTO/SENTIMIENTO):

(…) Lo ‘doble’ tiende hacia lo ‘uno’ (…) Esta tensión hacia la unidad es
propia de la estesis. (…) En su nueva relación con el mundo [por medio
de la experiencia de la obra de arte o del objeto estético], el sujeto
experimenta el valor de la primera disociación (exterior/interior) por la
cual él mismo es engendrado; la emoción estética podría ser
interpretada como un ‘volver a sentir’ esa escisión, como la nostalgia
de la ‘tensitividad fórica’ [el momento real de la emoción real
experimentada por el ser humano en su relación con el mundo que le
rodea y las acciones que sobre él y de él lo implican en la vida]
indiferenciada (GREIMAS-FONTENILLE, 1991: 28)